viernes, 29 de julio de 2011

jueves, 21 de julio de 2011

Delirios de un violín solitario (Derian Junior delf Luts)


Hola!

Aquí os traigo la primera sesión de Derian, mi Junior delf de Luts. Esta sesión es muy especial para mi porque éste fue el primer molde varón del que me enamoré y pude comprarme tras un año de espera. Fue un año en el que abría prácticamente todos los días la página de Luts y suspiraba por él, decir que incluso antes de que me llegara Elyon ya tenía ojos y peluca para Derian al que, como dije antes, tardaría en llegar un año entero.


Derian es como el resto de mis resinosos un personaje de un libro que estoy escribiendo y espero que dentro de poco salga a la humilde luz. Os hablaré un poco de él.

Derian pertenece a la corte de los Nephilus, que es una de las razas principales en el mundo de mi libro. Los Nephilus son gigantes alados que viven en un valle escondido llamado Cellärissia, son seres de bondadosos ojos y naturaleza afable, no se inmiscuían en las disputas de las demás razas a no ser que todo se saliera de control. Fevriel gobernaba desde hacía dos siglos, era un Rey noble y consecuente. Sin embargo aquel Rey tenía un solo tachón dentro de su impecable reinado, Derian, su hijo.

Derian le traía de cabeza, no solo a él, sino a todo el reino. A pesar de que le vio nacer, Derian no se comportaba como el resto de Nephilus, él era egoísta, narcisista... un problema con P mayúsculas. Siembra el caos allá por donde pisa, y a pesar de todos los castigos impuestos jamás escarmentaba.

Aquí comienza la historia del gigante rojo.


~ O ~


Mierda... siempre se toman en serio mis bromas...
Y es que no entienden que me aburro.
Siempre están con lo mismo. 
Derian no hagas esto, 
Derian no hagas lo otro, 
Derian no me averguences.
Derian, Derian, Derian.

 Allí entre las piedras blancas no me siento cómodo.
Nunca me sentí bien.
Este es tu hogar, Derian, naciste aquí.
Esas piedras blancas me ponen enfermo.

 Y yo sé que les pongo enfermos a ellos.
No soy aceptado y muchos de ellos no lo ocultan, a pesar de ser un príncipe.
Derian. Ruadh.
Derian el rojo. 
El Bastardo del Rey.
 Lo único que me tranquiliza es alejarme de ese castillo blanco.
A solas con mi violín.
La música es mi única amiga.

 Ya casi no recuerdo quién me lo regaló.
Solo recuerdo sus ojos grises que parecían ver más de lo que revelaba.
Unos ojos ávidos y misteriosos.
Él me regaló la música.
Él me salvó.

 Y yo tocaré para él.
Tocaré para un recuerdo.

Hoy nadie se acordó de aquel violín roto.
todos olvidaron lo que aquel violín sentía.


Y aunque pocos lo querían.
No sintió tristeza en el alma.

La soledad es eterna, el mundo cruel.
Una vez deliró por querer y ser querido.
Siendo tan pequeño se sintió tan perdido.

Violín triste, que entona una canción
Mientras busca una esperanza, una salvación.

 Se queja de dolor la música, 
Pues muere y nace aquel violín, 
tocando y callando para sí.
Queriendo a duras penas sobrevivir.

 ¿Quién oirá el lamento del violín?
Maullidos rasgados, llanto resquebrajado.

 *Suspira*

¿Quién atento lo escuchará?
Aquellas efímeras notas de este violín desafinado.
Aquel sin voz, que llama desesperado.
Pues... todo son ya
Reflejos de sonrisas que ya no sonríen.
Silencios que eran nada, pero ahora lo son todo.

Violín, me trasladas a un recuerdo,

Arropado en tus notas,
Te rozo con mi arco
Y tu mástil pulsan mis dedos.
Mientras nos elevamos.

 Arqueamos juntos de nuevo las notas, violín.
Y creamos juntos esta melodía,
Que ya se pierde en la bruma del misterio, sin fin.



La funesta realidad es una cruel pesadilla que no me deja respirar
Sigo tragando la imagen de mi verdad, y solo entonces,
Abro los ojos sabiendo que voy cayendo
En este abismo real.

*Suspira*
Solo soy Amadán.